Gracias por prestarme tus ojos
Cuando me invade la incertidumbre
Por guiar mi mirada. Por ser luz y más.
Gracias por la nobleza de tus palabras
Por ser la mano que sostiene mi carga
Por ser la tinta que escribe mi paz
Gracias por callar y por hablar
Por romper mis malos augurios
Con alientos de fraternidad
Gracias por conquistar
La derrota de mis versos y de mi vida terrenal
Por comprar con un te quiero mi último suspirar
Gracias en la inmensidad de lo eterno
Y en el valor de la verdad
Por cubrir mis estrellas con estrellas mejores
Gracias por temer
Por ser valiente sin querer
Y por una vez más derrotar mi frialdad
Solo eso. Gracias por tu amistad
Solo eso, y nada más.