domingo, 3 de marzo de 2013

Solo eso, y nada más.


Gracias por prestarme tus ojos
Cuando me invade la incertidumbre
Por guiar mi mirada. Por ser luz y más.

Gracias por la nobleza de tus palabras
Por ser la mano que sostiene mi carga
Por ser la tinta que escribe mi paz

Gracias por callar y por hablar
Por romper mis malos augurios
Con alientos de fraternidad

Gracias por conquistar
La derrota de mis versos y de mi vida terrenal
Por comprar con un te quiero mi último suspirar

Gracias en la inmensidad de lo eterno
Y en el valor de la verdad
Por cubrir mis estrellas con estrellas mejores

Gracias por temer
Por ser valiente sin querer
Y por una vez más derrotar mi frialdad
Solo eso. Gracias por tu amistad
Solo eso, y nada más. 


"Y si, mira... esas conversaciones que no tuvimos fueron por mi culpa, siempre me quedaba un te quiero entre los labios que terminaba por arrojarse en la inmensidad del silencio mientras se me cerraban las pestañas del alma que arrebatadamente buscaba encadenarse a tu sombra... No es posible evitar sentir de esta manera al saberte existente en esta tierra, en este suelo, en este tiempo, bajo este cielo eterno que nos mira curiosos caminar por distintos lares, sin tocarnos, sin mirarnos, sin que me sepas, y queriéndote así."