domingo, 3 de marzo de 2013



"Y si, mira... esas conversaciones que no tuvimos fueron por mi culpa, siempre me quedaba un te quiero entre los labios que terminaba por arrojarse en la inmensidad del silencio mientras se me cerraban las pestañas del alma que arrebatadamente buscaba encadenarse a tu sombra... No es posible evitar sentir de esta manera al saberte existente en esta tierra, en este suelo, en este tiempo, bajo este cielo eterno que nos mira curiosos caminar por distintos lares, sin tocarnos, sin mirarnos, sin que me sepas, y queriéndote así."

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