Cuando
callas, cuando gritas, cuando dices libertad y te encierras en tus propios
sueños, te ves hermosa; cuando deslumbras mi dicha, cuando
sin razón te quedas un minuto más, cuando siembras entre mis manos
tus lagrimas te ves hermosamente igual; porque no sé… aprendí a verte
y sentirte de una manera tan particular que sinceramente no la entiendo. Y te adoran
mis paginas, aunque mis versos son siempre los mismos, las
palabras están gastadas, pero perduras igual, te sientas entre la
puerta de mi delirio y mi razón y el embrollo es insoportable, ¿será
verdad todo esto? sentir de una manera tan vivaz, tan bendita, sentir como
nunca había sentido y pensar de igual manera, pensar solo en tu
rostro, pero no en tu rostro en sí, sino poner tu rostro como emblema para lo
que sos, esa ternura inigualable, esa sonrisa inolvidable, esa paciencia y
esa sensación pura que solo ocurre cuando se encuentran mis ojos con
los tuyos, ¿qué me pasa? ¿por qué será que todo en mi vida se transfigura en
vos? todo lleva tu nombre, la radio hoy te nombro 17 veces, las páginas del
diario decían que el día se llamaba como vos(otra vez) y
que un viento con aroma de besos no dados se acercaba a 220km/h, de mas esta
decir que se estampo contra mí pero no dolía, era cálido y suave
como el roce del terciopelo... la mañana se tiñe de esperanza y eso basta para
levantarme con una sonrisa, camino lento por la ciudad, veo la maravilla que provocas en
mi que hasta a ese idiota que nunca quise lo saludo con una sonrisa, converso
con la gente, con los desconocidos y hasta a veces les hablo de vos, pero jamás
digo tu nombre, es mi secreto, mi secreto escondido entre la muchedumbre que
camina sin saber que es secreto y así también yo camino entre la
muchedumbre buscándolo; se sienten como ecos tus latidos que desde lo
lejos me avisan que estas bien. Sonrío otra vez, que idiota me
siento, porque entre todo este mundo ha brillado mi cursilería, mis ganas de
verte son insondables y no puedo perder esta oportunidad para hablarte, no
debo perderla, porque un minuto más es un infierno, un minuto más es que vos te
vayas un poco más lejos, y yo no quiero estar aquí mientras la
soledad hace estragos ante mis ojos, pero no te quiero para que seas vos quien puedas
abolir mis noches solitarias, al contrario quiero que vos te conviertas en mi
luna, que con tu luz y tu oscuridad, que con tus manías y tus charlas vengas
como siempre, y así yo como siempre trate de sacar lo mejor de mí para dártelo
a vos, en fin gracias por ser, por existir entre mis anhelos y mi realidad,
gracias por respirar y por reír, gracias porque con tu existencia aprendí algo
que no creí que podía hacer: enamorarme, y si, perdón, tal vez no sea el mejor
y la belleza nunca me ha agraciado con su dicha; y tal vez no tenga peso alguno
lo que haré, pero aun así te lo diré abiertamente: Te Quiero, de esa forma que
solo Dios puede entender, con los resto de mi inocencia y las batallas que
perdí, con paciencia y con cada día que nace y se acaba con tu presencia y sin
ella.
Me gusta la gente que comenta, me ayudan a crecer, así que si por alguna casualidad llegaste hasta aquí, un comentario, una critica o lo que sea, sera mas que bien recibida :)
miércoles, 30 de enero de 2013
miércoles, 23 de enero de 2013
Cuando
Cuando los mares
Cubran la cima del Aconcagua
Cubran la cima del Aconcagua
Cuando los peces desfilen por la plaza
Cuando no haya un mañana
Y las quimeras se hundan en el lodo
Cuando falte el aire y sobren
Las ganas de respirar, y viceversa
Cuando la medianoche y el mediodía
Desaparezcan sin avisar
Y las estrellas impúdicas y en silencio
Cambien su color
O simplemente
Cuando en un momento cualquiera
Pueda yo estar en tu pensamiento
Mi vida no habrá sido en vano
lunes, 14 de enero de 2013
Yo no te quiero
No quiero que entre la muchedumbre
Te me aparezcas,
Ni que tu fantasma me persiga
No quiero tu soledad
Ni darte mis tristezas
No te quiero
Ni en tu alegría
Ni en tu sosiego
Me canse de ser juguete,
De ser testigo
De tu estúpida vanidad
Y de mi tonto perdón
Por eso hoy te dejo sola con tu olvido,
Solo con mi olvido
viernes, 11 de enero de 2013
Yo la espero
No me sigas
No busques mi carne
Mi fuego congela
Mis dedos hieren
Y mi corazón de piedra
No late más
No me sigas
O escucharas mis mentiras,
Las canciones de ella
Te endulzaran el oído
Pero no me sigas
Porque yo en la soledad
La espero
A pesar de los años
Mi alma se ató a su sombra
Por eso sé que volverá
Tal vez distinta,
Tal vez igual,
Tal vez con alguien
No me importara,
Yo la espero.
jueves, 10 de enero de 2013
Y me escuchas, y te escucho
Como amigos
Nos miramos,
Como amigos
Cobijamos sueños
Como amigos
Callamos y mentimos
Como amigo te escucho
Como amiga me escuchas
Como amigos caminamos
Como amigos contemplamos la tarde que pasa
Como amigos nos sentamos
Como amigos conversamos
Y te escucho
Y me escuchas
Pero como un ciego que espera ver la luz
Me aferro a la esperanza
Una esperanza tonta e infundada
De algún día recostarme sobre tu regazo
Y sentir tu mano danzando en mi pelo
Y copando con tu voz mi oído
Contándome tus anécdotas
Contándote las mías
Caminando bajo la noche estrellada
Y viendo el crepúsculo
al amanecer
Pero como amiga me recuerdas
Que por amigos nada de esto puede suceder
Que solo nos enamoramos como amigos
Y así quedaremos
Y como amigos conversamos
Y me escuchas
Y te escucho
martes, 8 de enero de 2013
Nuestro ultimo beso (actualizado)
Nuestro último beso ahí a la orilla del mar ¿lo recuerdas?
Yo recostado sobre tus muslos y vos mirándome con esa mirada inocente que
siempre te caracterizo, riendo tan finamente por nada. Yo lo recuerdo como si
hubiera sido hace un momento.
Ya lo tenía todo planeado. La tarde iba a ser especial para
los dos, y te lo venia anticipando, por eso ese día fuiste con tu mejor ropa,
tenías ese vestidito beige, que parecía tejido, y andabas de chinelas oscuras,
con una pulsera de esas artesanales en tu tobillo, tu pelo suave como la seda,
castaño claro era en ese entonces. Recuerdo que el día estaba nublado y parecía
que iba a llegar una tormenta, había un viento fresco pero agradable. Me
mirabas con ternura y que agradable sensación de locura que se podía sentir en tus ojos. Tal vez ese
era el amor. Leí tanto sobre ello pero no podía llegar a comprenderlo así que
practicaba con vos, te hablaba de las estrellas, del las olas, del corazón, del
alma, te hablaba tantas cosas y vos parecías tan interesada, que creía que esa
locura inocente era realmente amor, estar los dos diciéndonos cosas tan tontas
(y que si lo miraba desde otro punto de vista eran muy estúpidas).
Cuando al fin te cansaste de mi silencio me preguntaste cual era
la sorpresa. ¿Te acuerdas verdad? Sí, me lo preguntaste y se veía un brillo
especial en tus ojos, esperabas con ansias mi regalo. Te dije que esperásemos
un poco más, que todavía no era el momento. Y dubitativa te recostaste sobre la
arena, me puse a tu lado y coloque mi brazo bajo tu cabeza para que te sientas
cómoda, recuerdo ese tibio beso que me diste, parecía que habías besado mi
alma.
Ya se acercaba el ocaso, el sol se escondía tras la
tranquilidad del mar. Era la hora de tu sorpresa, por eso te lleve hasta casa.
Llegamos y como todo caballero te deje pasar primero, entraste como siempre,
como si fuese tu propia casa y te sentaste en el sofá, ahí no recuerdo bien si
me pediste agua o jugo, solo sé que fui hacia la cocina, igual, allí estaba mi
tan esperada “sorpresa”. Cogí la botella de sidra de antaño que mi abuelo
siempre guardaba, según contaba
se la había comprado a un marinero alemán que conoció en un
viaje por Europa en la década de los '50, nunca
debía abrirla pues así lo dictamino el vejete en el testamento (dejar una
botella de herencia para su nieto, ¿qué clase de rata puede hacer eso? Ese tipo
de cosas solo pasa en mi familia). Me viste por el espejo que volvía con la
botella y dijiste:
-
¿Por qué vamos a brindar?
-
Por nuestro amor ¡Puta!- y te golpee en la
cabeza.
Te desmayaste y luego de un largo rato abriste los ojos.
Estabas atada en una silla y tape tu boca con un gran pedazo de algodón y cinta
adhesiva.
Y de mas está
recordar lo que te dije, pero tal vez no lo recuerdes ahora, así que refrescare
tu memoria; te conté como te vi besando a
Alberto, en realidad no te vi, me mostraron una foto y no quería creer que eras
vos, así que me tome el atrevimiento de seguirte, Alberto no era el único, vi
cuando entrabas a un telo con uno de los mozos que siempre nos atendía en el
restaurant de Marcelo; con el hermano de tu amiga “Sabri” también, esa hija de
puta que me mentía en la cara me las va a pagar. ¡Ah! ahora que recuerdo
también te seguí cuando que te viste con Federico, mi primo, y a mí me dijiste
que esa noche te ibas supuestamente a la casa de tu mama, y contarte que te vi
cuando fornicaban en su auto no hace falta, creo.
-
Mi regalo donde esta, te preguntaras. Aquí lo
tengo, mira: una nueve milímetros, era de mi padre, se la tome prestada por un rato.
Pero tranquila no va a pasar nada malo, solo quiero hablar un momento con vos, así
q te voy a sacar la cinta de la boca.
Ni bien te saque la cinta comenzaste a gritar por auxilio y
a insultarme, no quiero recordar ese momento porque me duele mucho. Te dije que
en vano era levantar la voz porque estábamos en el sótano, y arriba puse música
a todo volumen. Me senté frente tuyo y pasaron los minutos, estabas callada, y
mirando al piso, luego empezaste a decirme que me amabas, que eso era solo una
prueba de amor propia, que estabas con otros pero aun así pensabas en mí y
nunca dejabas de hacerlo.
-
¿Qué
clase de amor enfermo es ese? Y decime ¿Besabas igual, con esa ternura que
lo hacías conmigo, con esa dulzura y
esos ojos llenos de brillo a los otros? hija de puta.
-
A los otros no los amaba, si a cada momento me
acordaba de vos. ¡Perdóname, perdóname! Yo siempre te ame y lo sabes bien...
Continuaste diciendo cosas pero
no les presté atención, solo a tus ojos que parecían una cascada de lágrimas, y
me dolía verte sufrir así.
Fui arriba para pensar, medite un rato pero no podía contra
vos, decidí que podríamos intentarlo de nuevo, que mi amor por vos es tan
grande que borraría los malos recuerdos.
Baje y te desate. Me abrazaste y me diste un rodillazo en los
testículos, agarraste el arma que había dejado sobre la mesa de herramientas. Me
apuntaste y a pesar de que me retorcía de dolor me dolió más el verte ahí llorando
y mirándome con rencor, te llore y me arrastre hasta tus pies pero vos mas te
alejabas y me tirabas con todo lo que encontrabas, al verte así te pregunte ¿qué paso, donde se fue el amor que tanto me
jurabas? Pero respondiste algo que jamás se borrara de mi memoria:
-
¿Amor? ¿Alguien puede sentir amor por vos pedazo
de mierda? No sabes cómo constaba fingir que todo estaba bien, pero no sabía cómo
alejarme de vos psicópata de mierda, basura igual que toda tu familia, hasta
ese viejo de mierda que era tu padre que me acosaba con la mirada, todos unos
locos enfermos. ¡Basura! ¿Crees que disfrutaba ver como perdí mi libertad por
vos, dedicar horas de mi vida por un inmaduro que no tiene ni idea donde esta
parado?
Me partiste el alma. Lloraba como un niño y no tuviste compasión,
intentaste dispararme, pero el arma no estaba cargada, si yo nunca pretendí
hacerte daño. con dolor de por medio me levante y te quise abrazar pero fui tan
brusco que tropecé y caímos, vos diste contra la punta metálica de la mesa, quedaste
inconsciente yo me enloquecí no sabía qué hacer solo corrí hacia arriba y llame
a emergencias.
Cuando llegaron intentaron salvarte pero habías perdido
mucha sangre, tu pelo castaño quedo pintado de rojo.
Y hoy casi dos años después solo puedo mirarte, hablarte y
contemplarte en este dibujo mal hecho que hice con un pedazo de carbón que
encontré tirado en suelo, sobre esta fría pared ésta la imagen de nosotros en
la playa, dándonos nuestro último beso. Y ya logre perdonarte. Sé que todo lo
que me dijiste era mentira, me amabas lo notaba en tu mirada.
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